martes, 13 de abril de 2010

RECORDEMOS LA HISTORIA, PARA NO REPETIR ERRORES: KEIKO






LOS ARGUMENTOS HISTORICOS REAFIRMAN LA OPINION SOBRE KEIKO FUJIMORI. NUNCA FUE MUJER CON VALORES. SE PUSO JUNTO AL PODER Y LA MAFIA DEJANDO QUE A SU MADRE LA TRATARAN COMO ORATE, LA DEJÓ SOLA, JALANDO A SUS 3 HERMANOS MENORES A LA "CASA DEL PODER".
NUNCA SE PRONUNCIÓ EN DEFENSA DE SU MADRE.
VIVIÓ CON SUS HERMANOS EN EL EXTRANJERO ESTUDIANDO CON DINERO DEL ESTADO PERUANO QUE BIEN PODRÍAN PALIAR LAS NECESIDADES DE ESOS NIÑOS QUE MUEREN DE FRIO EN LAS ALTURAS DEL PERÚ.
NO ES BUENA HIJA, NO ES BUENA CIUDADANA. NO PUEDE SER NI REMOTAMENTE LA QUE SE HAGA CARGO DE LA PRESIDENCIA (DE NUESTRO AMNÉSICO PERÚ).





César Hildebrandt:

La hija del ladrón

El Perú tiene varias marcas mundiales en su haber.

La marca mundial del narcisismo idiota -categoría pecho y espalda, nado sincronizado, estilo mariposa-, por ejemplo. Narcisismo idiota que se expresa en la frase "Dios es peruano", o en la creencia de que nuestra comida es insuperable, nuestros paisajes son únicos y nuestro folclore no tiene pares.

Los peruanos somos como los brasileños. Lo único que nos diferencia es que no hemos ganado cinco veces el campeonato mundial de fútbol ni hemos tenido a Ayrton Senna -para no hablar de la industria aeronáutica brasileña, del tamaño de su PBI y de las cualidades humanas y éticas de Lula-.

Lo curioso es que si un observador imparcial llegara a estas tierras y preguntara a la gente -la gente de este gran pueblo que se supone que somos- por quién votaría en las próximas elecciones, 22 por ciento de los que contestaran dirían: "Keiko Fujimori". Y entonces ese observador se caería de espaldas.

Porque Keiko Fujimori Higuchi es hija del delincuente convicto Alberto Fujimori Fujimori -alias Kenya Fujimori, alias Presidente de la República, alias Pacificador y alias Su Excelencia-, merecedor de tres condenas que suman 38 años de carcelería efectiva.

Este ladrón que robaba en sacos, este asesino que empleaba armas del Estado, este peruano que se hizo japonés para eludir la justicia, este japonés que fingió ser peruano para gobernar, este cónyuge que encerró a su cónyuge cuando ésta lo denunció por robar donaciones japonesas, este resumen de todas las taras yakuzo-peruvianas que uno puede imaginar, es el padre de quien se perfila como la próxima mandataria de la nación (así, todo con minúsculas).

Y no es que la señora Keiko haya huido de su ADN ni de la maldición de la herencia. Porque la señorita Keiko estudió en Boston con dinero robado por su padre, felonía que ejecutaba Vladimiro Montesinos pero que mandaba hacer el propio Alberto Fujimori.

Y eso sería una mancha muy fea en cualquier país donde la decencia fuera un requisito para entrar a política.

No es una mancha, sin embargo, en el Perú. Porque en este país, de aparente enorme ego, se tolera todo.

Se tolera, por ejemplo, que el programa político de la señora Keiko se resuma en este grito clanesco: "¡indulto para mi papá!" (con lo que el Perú no tendrá una presidenta sino una alcaide y seremos, por fin, lo que Saravá siempre soñó que fuéramos: un vasto Lurigancho).

Porque si Dios es peruano, como dicen los huachafos, entonces Satanás también pasó por la Reniec.

!!!!QUE DIOS NOS LIBRE!!!

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