Cuando no hay principios claros ni formación política definida y de compromiso con los intereses del pueblo se corre el peligro de ser ecleptico, débil y muy cercano a pactar con quienes justamente son contrario a los intereses de los más pobres, que en política se verán siempre oportunistas y traidores, la historia nos lo ha demostrado continuamente, pero nunca pensé que el cambio que han dado muchos congresistas llegados con el voto del pueblo se diera tan rápido, hoy el Congreso peruano es una muestra de lo descompuesta que está la sociedad peruana, somos una sociedad en terapia intensiva que no da para más, indudablemente hay quienes desde la derecha pretendan señalarse como moralistas y correctos y nos indican que el Congreso representa la institución más democrática de la República, pero basta revisar un poquito la historia escrita por Mariategui, Basadre,Cotler y otros para darnos cuenta que si de algo adolecio nuestra clase política es justamente de principios morales y eticos, hoy eso se hace más evidente y el Congreso Nacional se ha vuelto la institución politica más desprestigiada del país. Cuando una parte importante del país cansados de los show y papelones congresales piden su cierre salen quienes lógicamente la defiendan desde la derecha, pero que desde los partidos de izquierda lo hagan no representa sino una vulgar traición, quienes estamos claros que el Perú necesita un verdadero cambio de rumbo y que se gobierne para las mayorías entendemos que sin cambio de Constitución nada es posible, la actual es el impedimento al cambio y solo representa el continuismo de lo mismo, triste el espectáculo de los congresistas de Perú Libre, del Bloque Magisterial y otros que ayer eran incendiarios y hoy hacen lo posible por apagar el fuego y dar al traste con los intereses del pueblo, hace muchos años Marx en su libro El 18 de Brumario de Luis Bonaparte lo llamó "cretinismo parlamentario" después de tantos años los cretinos continúa con su vergonzoso papel si ellos se oponen al cambio en nuestro país entonces quedarán como muchos en el basurero de la historia, pero el tren está en marcha y camina hacia la transformación y en ella viajarán los que siempre fueron los excluidos, los demás se quedarán con las mangueras en la mano intentando echar agua a la descomposición. Saludos totales.
Isaías Olivera IOM
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