En un oficio enviado al gerente general de Autodema, Américo Flores, el presidente regional, Juan Manuel Guillén, dejó sin efecto las cartas dirigidas a 190 trabajadores de esta entidad en las que se les solicitaba su cese voluntario.
Aparentemente sorprendido por las informaciones que ayer se hicieron públicas en los medios de comunicación, acerca del ofrecimiento de Autodema de otorgarles 12 sueldos como compensación a los trabajadores que se acogieran al retiro voluntario; Guillén estimó que es innecesario reducir personal en la entidad.
Aclara que la exigencia de la Corporación Andina de Fomento (CAF) es constituir una unidad ejecutora del proyecto con un equipo especializado para que gestionen el crédito de 150 millones de dólares que desembolsará para Majes Siguas II.
El gerente, sin embargo, entendía que la reestructuración de Autodema involucraba una necesaria reducción de personal y la contratación de especialistas. Los trabajadores tomaron las cartas como el inicio de despidos masivos y fueron a quejarse con Juan Manuel Guillén, quien paralizó de inmediato todo lo actuado por Flores.
En Autodema laboran 260 personas de las cuales, sólo 70 serían necesarias para esta segunda etapa. Flores había informado que la mayoría de los que fueron invitados al retiro son personas que habían sido despedidas en los años 90 y 91 y que hoy laboran gracias a procesos judiciales que los repuso en sus puestos.
Según el contrato firmado entre el GRA y la CAF, “en un plazo máximo de 90 días a partir de la suscripción del contrato de préstamo, se deberá entregar el Plan de Reestructuración de Autodema que se adapte al nuevo esquema de construcción, operación y mantenimiento de El Proyecto entregado en concesión. La propuesta deberá incluir la nueva estructura organizacional, funcional y presupuestal”.
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