martes, 11 de enero de 2011
Azucareros inician huelga indefinida
La Federación de Trabajadores Azucareros del Perú (FTAP), confirmó el inicio de la paralización de actividades en los ingenios azucareros de Pomalca y Tumán desde el día de ayer, que en conjunto producen el 20 por ciento de la producción nacional de azúcares, es decir unas 15 mil bolsas de 50 kilogramos cada una.
Los trabajadores acordaron suspender sus labores y paralizar los ingenios de Pomalca y Tumán protestando contra el presidente Alan García Pérez, quien se negó a rubricar la ley de Protección Patrimonial de la Industria Azucarera.
La ley rechazada por el presidente García impide por un año que un acreedor particular pueda embargar los bienes y los dineros de las empresas azucareras.
También protestan por el remate de las acciones del Estado en la Empresa Agroindustrial Cayaltí SAA, que es administrada por la estatal Corporación Financiera para el Desarrollo (COFIDE), y que habría sido endeudada por 160 millones de soles, por presuntos malos manejos de la empresa estatal.
Demetrio Ruiz Ríos, secretario general de la FTAP aseguró que desde el sábado pasado un grupo de trabajadores inició una huelga de hambre en demanda de soluciones a sus reclamos. Asimismo, señaló que otro grupo de trabajadores conformó el Comité Central de Defensa Patrimonial para impedir los embargos de acreedores privados, varias de cuyas acreencias son cuestionadas por los trabajadores, debido a su sospechoso origen.
El gerente de Pomalca, Antonio Becerril, propuso la formación de una mega empresa azucarera integrada por Pomalca, Tumán y Cayaltí, cuya primera acción será sembrar cinco mil hectáreas en Cayaltí para iniciar su relanzamiento, en lugar del remate de sus tierras que está planteando el Estado a través de ProInversión, y que comienza con la venta de las acciones que el Estado posee en ella.
Becerril estima que cuatro años son suficientes para estabilizar la empresa y comprar un nuevo ingenio, ya que el que tuvo fue vendido como chatarra por administraciones anteriores.
También denunció que el verdadero interés que hay para desestabilizar a la industria azucarera de Lambayeque es la venta de sus tierras, “ya que ahora cada hectárea está valorizada en 35 mil dólares. Los trabajadores buscan que en Cayaltí no suceda lo de Chiclín, que fue rematada y mil hectáreas fueron compradas por Laredo (empresa Manuelita de Colombia) y las otras mil fueron compradas por Cartavio (hoy propiedad del Grupo Gloria) y los trabajadores se quedaron en la calle.
Becerril denunció que el gobierno acaba de extender por cinco años más la exoneración del pago del Impuesto General a las Ventas (IGV) a las empresas aéreas nacionales para apoyar su desarrollo, “entonces por quéd cierra las puertas a la industria azucarera, de la que dependen cincuenta mil familias”, dijo.
“Si el crecimiento de la industria azucarera sigue su ritmo ascendente es la hora que se plantee un canon azucarero, para que de las decenas de millones de soles que se pagan por impuestos, parte importante de ellos se queden en Lambayeque para el Gobierno Regional”.
“Nuestras planillas mensuales para trabajadores activos, jubilados y viudas, suman ahora más de nueve millones de soles y se pagan puntualmente”, recalcó el representante de Pomalca, asegurando que el modelo empresarial, trabajador-inversionista privado, beneficia a ambas partes.
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