Al terminar el 2010, los superficiales análisis televisivos internacionales han transmitido la percepción de que lo peor de la crisis financiera global ha pasado.
En verdad esta percepción es, como se dice en inglés, puro wishful thinking (dar por cierto lo que uno desea) porque en los Estados Unidos y Europa se mantiene un récord histórico de Desempleo. También pasa casi lo mismo en los países emergentes.
No puede haber salida de la crisis con decenas de millones adicionales de desempleados en el mundo después del 2008.
La crisis financiera no ha pasado, al contrario hoy estamos presenciando una preocupante guerra monetaria -entre Estados Unidos y China- que está creando efectos económicos nocivos en los países en desarrollo como el Perú.
Uno de estos efectos es la creación de un flujo abundante de hot money hacia los países en desarrollo, es decir, un ingreso abundante y temporal de dólares en busca de mejores intereses, que está afectando la tasa de cambio y haciendo perder competitividad a las exportaciones de estos países. Brasil, Chile, China y Corea del Sur ya han comenzado a poner medidas contra este flujo.
A todo esto se suma ahora un nuevo aumento de los precios del petróleo y de los alimentos en las bolsas. Un alza que no obedece a la oferta y la demanda sino a jugadas especulativas efectuadas en casino financiero global para protegerse contra la devaluación del dólar.
Esta especulación sobre los precios del petróleo y los alimentos es uno de los efectos más nocivos de la crisis financiera global. Un alza creciente de los precios de estos productos puede crear grandes turbulencias sociopolíticas, en los países que son importadores netos de petróleo y alimentos, y que además tienen elevados índices de pobreza como el Perú.
Por otro lado, el Desempleo, la caída de los ingresos y del consumo, en los Estados Unidos y en Europa, han afectado duramente las exportaciones de la China que ha caído considerablemente después de 30 años de imparable crecimiento. Esto va afectar la importación de insumos para la industria china como son nuestras exportaciones mineras. Así, el crecimiento económico del Perú, que no se ha debido a un cambio tecnológico de sus exportaciones (verdadero desarrollo) sino a una bonanza minera, ya no será como antes, debido a que ahora la crisis afecta a China que es el país que más minerales importa en el mundo.
Entonces, es posible que este año comencemos a confrontar un alza de los precios de las importaciones del petróleo y de los alimentos y al mismo tiempo suframos precios más bajos para los minerales. La verdad es que al próximo gobierno le quedara poco tiempo para lograr una mejor distribución de la renta minera porque la bonanza será cada vez menor.
Otra vez la historia del guano, del caucho y de la harina de pecado, pero la diferencia ahora es que somos un país de casi 30 millones, con 39.3% de pobreza, con mucho narcotráfico y delincuencia, con poco acceso al agua y sin seguridad alimentaria y energética.
Si la paz social ha sido precaria en el Perú, a pesar del alto crecimiento del valor de nuestras exportaciones, ¿qué pasará cuando baje el valor de éstas y suban los precios del petróleo y los alimentos?
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