domingo, 14 de febrero de 2010

HACIA UN PROYECTO EDUCATIVO NACIONAL

Algunas apreciaciones y reflexiones con relación al documento:
Hacia un Proyecto Educativo Nacional

Grupo de Interés Educación y Sociedad de Foro Educativo-Zoila Boggio y Roberto Beltrán

I. Ciudadanía y Democracia

El documento Hacia Un Proyecto Educativo Nacional esta dirigido a la ciudadanía del Perú para lograr la construcción de un nuevo contrato social por la educación entre los diversos actores de la vida nacional. Esta propuesta se justifica en una concepción y diagnóstico sobre la educación y el desarrollo. Ocurre, a nuestro entender, que el proyecto no llega a concebir en su esencia el concepto de ciudadanía y la vincula nominalmente al concepto de democracia, que tampoco es caracterizado esencialmente.

Consideramos que el concepto de ciudadanía define y expresa la subjetividad social correspondiente: pertenencia e identificación con la organización del conjunto de la sociedad global, en el Estado o en la sociedad humana. Su significación es netamente política y, por lo tanto, se sustenta en el sentido y contenido de los deberes y derechos humanos de todos y cada uno de las personas que viven en el Estado o en el mundo; por esta razón, deberían ser abordados y tratados por el Proyecto Educativo Nacional, como lo señala Luis Sime (2).

Así mismo, la democracia es un modo de relación social entre diferentes. Una sociedad de “idénticas” identidades ( como muñecos de papel en serie) ontológicamente no es posible; si lo fuera no cabría la democracia, que es el intercambio de individualidades y colectivos diferentes, que requieren vincularse, social y políticamente, a través de diferentes niveles de procesos deliberativos, basados en la libertad individual y colectiva, la tolerancia y la búsqueda de entendimiento y solución de intereses diversos o en conflicto.

La ciudadanía y la democracia, así identificadas, no están presentes en nuestro país: a) porque hay condiciones estructurales de exclusión social, tanto de carácter colectivo –regional, cultural, social, económico y político, etc.- como individual –raza, lengua, origen, costumbres, condiciones económicas etc.-; b) porque hay precariedad, inestabilidad institucional o ausencia de Estado a nivel nacional; c) porque hay una expansión masiva de la corrupción, social y política, que, más que una sociedad de ciudadanos, desarrolla una “sociedad de cómplices”, como también lo señala Luis Sime y algunos otros científicos sociales como Oscar Ugarteche (3)

Entonces, en la sociedad peruana nos encontramos ante un serio problema: escaso desarrollo de la ciudadanía en vastos sectores de la población por ausencia o precariedad del sentido de pertenencia e identificación con la sociedad global y el Estado, y un Estado –nominalmente democrático- que, en su organización y conducción, no incorpora, de hecho, las diferencias sociales y culturales que habitan el territorio.

Creemos que ante la situación señalada, el proyecto educativo nacional debe tener una estrategia de educación clave: la construcción de ciudadanía en el país. La estrategia señalada debe apoyarse en la diversidad social y cultural de la sociedad peruana y promover y sustentarse en una sociedad educadora para la construcción de ciudadanía.

Como referencia, es interesante el caso de Brasil. El reconocimiento de la escasa y precaria ciudadanía en el país, ha llevado al actual Estado del Brasil a plantear, a través de la Carta Constitucional, una estrategia rectora de Construcción de Ciudadanía; la sustenta en los principios de los Derechos Humanos, aunque caracterizados por las propias condiciones de exclusión, discriminación cultural y violencia delincuencial de la realidad brasilera. Esta estrategia se apoya , entre otras, en la función de educación del Estado y desarrollo un Plan Educativo Nacional en Derechos Humanos.(4)

Consideramos que en el empeño de construcción y desarrollo de una ciudadanía democrática, es clave la participación de la misma sociedad en la formación y educación ciudadana.

II. La Sociedad Educadora

En el perfil del documento Hacia un Proyecto Educativo Nacional y en su sexto - y último- objetivo estratégico, el enfoque que se da a la Sociedad Educadora (5) solo toma en cuenta en un sentido tutelar: a) el ámbito municipal, que tiene que ver con la organización del Estado y con determinadas características y atribuciones territoriales adscritas como parte del Estado; b) el ámbito empresarial que esta relacionado con determinada conducción de los diversos espacios de producción y desarrollo del trabajo; c) el ámbito de los medios de comunicación masiva que tienen que ver con organizaciones empresariales que desarrollan determinados condiciones de acceso a expresiones públicas y ofrecen determinada información coyuntural para la sociedad en su dimensión más global.

Nos llama la atención que no se aborde el rol educativo que juegan las múltiples y diversas colectividades sociales y culturales que forman parte de la sociedad. Tampoco toma en cuenta el enfoque de Educación Comunitaria que tiene la Ley General de Educación en sus artículos 46, 47 y 48(6).

Desde la importancia e impacto social que tiene el proceso educativo en la construcción ciudadana, es central el papel de la Sociedad y ,particularmente, de los espacios comunitarios en sus propias prácticas culturales de formación y educación colectiva.

Comunidad:

A nivel mundial, se están produciendo movimientos sociales al rescate de condiciones de vida a escala más humana (Max Neef y otros)7; estos tratan de recuperar el reconocimiento y la comprensión del valor de la comunidad como sustento para lograr un comportamiento democrático ciudadano en la dinámica social y política de las sociedades nacionales.

En el Perú, el concepto de comunidad ha alcanzado una categoría de sentido común, desde el punto de vista social y cultural por existir vastos sectores sociales que se desenvuelven organizados en comunidades..

la Comunidad tiene que ver con relaciones de pertenencia que, necesariamente, son más cercanas y estrechas que los de la sociedad global (Fernando Mires)8. Según algunos enfoques de científicos sociales “la persona individual es producto de un proceso de individualización, que no se produciría sin la pertenencia a una comunidad” (Michael Sandel)9. Por otro lado, la relación con los otros en comunidades básicas como son: la familia, el barrio, la escuela, el trabajo y en todas las que conforman espacios de pertenencia, son fuente de identidad y, por lo tanto, “fuente de reconocimiento –punto de partida del poder político- lo que viene a ser condición fundamental de todo orden social”(Charles Taylor)10 que sustenta la ciudadanía. Por eso, el reconocimiento a estos espacios de relaciones próximas y hasta de cara a cara ( cómo el que ha ido logrando Foro educativo) tiene gran relevancia política para el fortalecimiento de la Sociedad y del Estado y, por consiguiente, de la forja de la ciudadanía peruana.

Vemos así que los procesos constitutivos de la forja de un orden social están íntimamente relacionados con procesos de carácter educativo. En ese sentido, los procesos de educación, con características propias y diversas, se producen y concurren con la educación formal del Estado.

Educación:

La educación como fenómeno social es un proceso de aprendizaje permanente en el ser humano, individual y colectivamente, motivados por la necesidad de vincularse exitosamente al ambiente natural y a su entorno social; es un quehacer universal que ocurre en todo espacio social de manera intencional: formal, implícita, o difusa; es un fenómeno de enseñanza-aprendizaje y aprendizaje-enseñanza en el comportamiento humano universal; se da en el ámbito familiar, en la comunidad y en la sociedad global.

En la racionalidad del Estado actual, una de sus funciones es organizar y establecer determinados procesos de educación como resultado de quehaceres pedagógicos surgidos de estructuras sociales intencionales y formalizadas que se orientan a lograr determinados aprendizajes en individuos y grupos.

Históricamente, en el Perú, en la época de la colonia, la educación del niño y del adolescente se daba dentro de los moldes familiares, de los de su aldea o los de su comunidad ( Jorge Basadre)11.

Ya en el siglo XIX, los nuevos poderes: el Estado, el capitalismo, la sociedad de consumo y las nuevas ideologías vinieron aparejados con un sistema en que se fijó una atención sin precedentes en el niño y el adolescente; la historia vino a ser, en cierto modo, la historia de cómo los adultos prepararon o quisieron preparar a la gente joven, para las tareas que, según ellos, debían tener en la sociedad ( J.Basadre)12. Esta forma de entender la educación somete a las nuevas generaciones a los designios de las anteriores, mediante el imperio de formas autoritarias de inculcar ideas y valores como verdades terminales y cerradas.

Así se han ido conformando los Sistemas Educativos en el siglo XX. Estos intentan diseminar el conocimiento formal entre todos, como derecho universal. Sin embargo, los contenidos son escogidos según los intereses de los que detentan el poder político y económico imperante. Así, el sistema educativo, que esta interesado en preparar a las personas como recursos, hacen uso predominantemente de un proceso de enseñanza-aprendizaje estandarizado y mecánico, preponderantemente al servicio del aparato productivo

Así mismo, en el Perú, se ha desarrollado un sentido común sobre la educación como aquello que solo se obtiene a través del sistema educativo bajo la conducción y responsabilidad del Estado, el mismo que acredita oficialmente a las personas, egresadas de algún nivel educativo, para su reconocimiento social y laboral. Por otro lado, la actual percepción generalizada de la población sobre la educación se da en el contexto de una tradición de Sistema Educativo, el cual, por mucho tiempo ha rendido culto “al saber escolar”: acumulativo, profuso y superficial, muy poco vinculado a la vida cotidiana, a las condiciones culturales, económicas y políticas locales, regionales y del país.

Lo que se trata ahora es de superar ese enfoque, antes señalado, por otro que contribuya a forjar y desarrollar personas analíticas, críticas, deliberativas, responsables y democráticas, en lugar de individuos adiestrados mecánicamente impuestos por el aparato productivo, según el modelo de poder económico dominante. (Grupo Educación y Sociedad de Foro Educativo)14

En ese sentido, al proyecto le corresponde identificar, en la dinámica de la diversidad social y cultural, el juego de poder entre los intereses particulares que determina, en última instancia, las características de los sistemas educativos. Creemos que, en este juego, el interés de la sociedad global y la incorporación informada, libre y responsable de la ciudadanía, frecuentemente, no son centrales o están ausentes.

Si tomamos en cuenta que la Comunidad, en su organización, manifiesta un sistema de interacción de valores morales y éticos que orientan el comportamiento de sus miembros, podemos identificar su ineludible y central rol educador.

Educación Comunitaria

Los miembros de una comunidad o colectivo, no son hojas en blanco sino personas portadoras de relatos adquiridos en largas tradiciones y saberes acumulados de vida que comparten el saber de su comunidad, el cual va más allá del saber de cada uno de sus integrantes.

Por otro lado, desde el punto de vista de la vida democrática, el individuo democrático no nace como tal, se forma en aquellos espacios comunitarios cuyos valores para el intercambio favorecen en su interior los debates discursivos y argumentativos, aunque considerando una base común en su origen mismo que no esta siempre en deliberación; de esta manera se dan momentos de aprendizaje deliberativo que son esenciales en el fortalecimiento tanto de las identidades individuales como de la identidad comunitaria, aunque todavía no lleguen a constituir la dimensión política de ciudadanía. Porque si la deliberación es uno de los pilares de la democracia, hay espacios que necesariamente la preceden, pues la simple discursividad o debate racional no es suficiente para formar individualidades democráticas (Mires)15; se necesitan otro tipo de lazos subjetivos de pertenencia y reconocimiento que la comunidad propicia. Se trata de la democracia como descubrimiento cultural a partir del conflicto entre los componentes del grupo humano

Por consiguiente, es en los espacios de intercambio social comunitario que es posible forjar la educación para una ciudadanía democrática. Cuando un colectivo de pares se reúne para actuar, reflexionar o aprender, necesariamente se da un proceso educativo comunitario en el que cada miembro percibe que, de su participación, depende el logro colectivo y aprende a actuar responsablemente (A.Etzioni)16. Así se previene la influencia de poderes externos y sugestivos, tanto de líderes autoritarios como de ideologías manipuladoras o demagógicas.

Es muy importante y necesario distinguir el auténtico potencial educativo de la comunidad, como ejercicio libre y voluntario de aprender, donde la intencionalidad es implícita y, de alguna manera, difusa, más allá de los aprendizajes formalizados; estos últimos, en todo caso, pueden darse instrumental y subsidiariamente, pero distinguiéndolos de aquello que consideramos la esencia de la educación comunitaria. No habría que confundir la educación comunitaria con simples traslados de las formas operativas del sistema educativo formal , ofrecidos por “servicios particulares”, al ámbito de las relaciones comunitarias. La educación comunitaria es esencialmente diferente a la administración vertical del saber conocer, del saber actuar y del saber relacionarse; sea en el sistema o fuera de él.(Grupo de Educación y Sociedad..)17

La educación comunitaria es la que va constituyendo, desde las comunidades, la cultura cotidiana al contrastar en su interior las diferencias que se presentan y expresando manifestaciones culturales siempre cambiantes.

Por todo lo señalado, la importancia de la educación comunitaria estriba en su capacidad de formación ciudadana como condición para la construcción de una cultura democrática y por consiguiente de una ciudadanía democrática de toda la población.

En la concepción que aquí exponemos la educación comunitaria tiene que ser tomada en cuenta, centralmente, en el Proyecto educativo Nacional identificando su rol y contribución en la Educación ciudadana y en la Transformación de la Educación Peruana sustentada en un comportamiento de justicia y equidad estrictamente democrático.

III. Proyecto Educativo Nacional forjado por la Sociedad y el Estado

En primer lugar, el Estado tiene que prioritariamente favorecer, con su reconocimiento, la persistencia de los espacios comunitarios que forjan la condición del “nosotros” como condición básica de formación de personas autónomas y decidoras para el desarrollo ciudadano democrático en el país.

Queda por estudiar formas con las cuales la Sociedad y el Estado pudieran estimular o alentar la formación de espacios comunitarios, sin imponer concepciones ajenas a la realidad local y/o concreta.

El Estado actual, al privilegiar el mercado y la competencia entre las gentes, atenta en contra de los espacios comunitarios, en los cuales la solidaridad y la cooperación hacen viable la concreción en la práctica de las políticas sociales de justicia y equidad.

Paradójicamente, al darse, desde el Estado, una sobreestimación de la autonomía individual a nivel de la sociedad global, se esta cerrando los espacios locales y próximos para alcanzar dicha autonomía. Así, las instancias comunitarias vienen a ser contrapesos frente a los excesos del individualismo y de la sociedad de masas (Mires)18

Es así que se dan procesos de aprendizaje colectivo compartido para responder a innumerables situaciones: de salud, de generación de ingresos, de reconocimiento del entorno ambiental y social, de manifestaciones simbólicas culturales y sociales; también de transmisión de saberes propios acumulados.

Para el pensamiento educativo tradicional, resulta inimaginable un escenario en el cual las personas en el seno de sus comunidades se eduquen por iniciativa propia en torno a la solución de sus problemas. Un escenario en el cual el Estado debe jugar un nuevo papel que es preciso definir y desarrollar.



Documentación y Bibliografía.-

Propuesta del Consejo Nacional de Educación “Hacia un Proyecto Educativo Nacional”. Lima-Perú.Agosto 2005.
Sime Poma, Luis “Proyecto Educativo Nacional: una reflexión desde la perspectiva de la ética, ciudadanía y Paz” en Ética, ciudadanía y paz en la Educación. Estudios, análisis y propuestas. FLAPE PERU. 2006.
Oscar Ugarteche, compilador “Vicios Públicos Poder y Corrupción”.Fondo de cultura Económica. Lima 2005
Raquel Coelho Lenz César “Revisión del Documento Estado del Arte ética, Ciudadanía y Paz en la Educación de cinco países de América Latina de Luis Sime P y Lila Tincopa. El caso del Brasil” Documento interno. FLAPE PERU. 2005
Hacia un Proyecto Educativo Nacional...ibid.
Ministerio de Educación “Educación: Calidad y Equidad. Reglamentación de la ley General de Educación Nro. 28044”. Lima.2005
Manfred Max Neef y otros “ Desarrollo a Escala Humana. Una opción para el futuro”. Cepaur. Santiago de Chile 1986.
Mires, Fernando “Civilidad. Teoría política de la postmodernidad. Editorial Trotta. España. 2001.
Mires, Fernando. ibid.
Mires, Fernando. ibid.
Mires, Fernando. ibid.
Jorge Basadre G. “Historia de la República del Perú (1822-1842)” Tomos I y III. Reimpreso por Editora El Comercio. Lima. Agosto del 2005
Jorge Basadre G. ibid.
Grupo de Interés Educación y Sociedad de Foro Educativo. Apuntes de debates y reflexiones sobre Educación Comunitaria. Lima. 2005.
Mires, Fernando. ibid.
Mires, Fernando. ibid.
Grupo de Interés Educación y Sociedad de Foro Educativo. ibid.
Mires, Fernando. ibid.

ZB/28-04-2005

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