Vivimos en el planeta acuático o del agua, y este recurso dador de vida cubre cerca del 71% de su superficie. Esta preciada envoltura de agua en su mayor parte agua salobre y el resto, agua dulce-ayuda a mantener el clima de la tierra, diluye los contaminantes es esencial para toda forma de vida. La cantidad de agua dulce en la Tierra, es relativamente pequeña, se recicla y purifica de manera constante en el ciclo hidrológico. Esta agua dulce es un recurso vital para la agricultura, la industria, el transporte y muchas otras actividades humanas.
Y a pesar de su importancia, el agua es uno de los recursos más deficientemente administrados en el Planeta, se la desperdicia y contamina. El agua es en verdad, una sustancia maravillosa que nos enlaza y une a nosotros mismos, con otras formas de vida y con el planeta.
Casi sin distinción, puede afirmarse que tanto las aguas de escorrentía (de los ríos), las aguas quietas (de lagos y lagunas), como las del mar, son contaminadas principalmente por efectos de las actividades urbanas, mineras informales, industriales y agrícolas. Por ejemplo, las industrias y las procesadoras de minerales con sus vertidos de tóxicos en ríos y quebradas y la agricultura con sus plaguicidas y fertilizantes que son arrastrados por las lluvias, provocan cambios negativos en las características de las fuentes naturales del agua.
En el Perú, son ya numerosos los ríos que han sido seriamente afectados por la contaminación de sus aguas. El Mantaro, el San Juan, el Yauli y el Azulcocha, en la cuenca del Mantaro. El Rimac, el Chili, y también los ríos Moche, Santa, Locumba, Huallaga, entre otros. En todos los casos, la causa principal es la irresponsabilidad con que los asentamientos mineros informales, utilizan los ríos como sistema excretor de sus residuos tóxicos. Los vertimientos mineros que llegan a los cursos de agua, contienen sólidos en suspensión, metales pesados, cianuros y otras sustancias altamente contaminantes. Junto con las sustancias residuales de minería, las industrias son también fuentes puntuales de contaminación, en la mayoría de los casos, a través de productos químicos que muchas veces son evacuados sin ningún tipo de tratamiento.
En nuestra Región, el Río Chili es el más contaminado ya que en él se vierten toda clase de desechos domésticos aguas servidas sin tratamiento y también residuos de carácter industrial y agrícola, constituyendo un foco infeccioso con graves consecuencias para la salud humana y la supervivencia de diversas especies animales y vegetales.
Ante esta situación, la Autoridad Regional Ambiental lleva a plantear urgentes medidas que orienten a la actuación de los organismos estatales y el compromiso de la sociedad civil dirigidos a:
• Cambiar de mentalidades; que no es un proceso fácil y rápido, por lo tanto, es necesario una información adecuada sobre la materia, seguida de procesos educativos adaptados a las condiciones locales históricas, ambientales, socioculturales y económicas.
• Racionalizar el uso de agua con fines domésticos, agrícolas e industriales, así mismo controlar rigurosamente la contaminación de las fuentes de abastecimiento, evitando que sobre ríos y lagunas se descarguen emisiones químicas, desagües domésticos y residuos provenientes de las actividades mineras, industriales o agrícolas.
• Hacer del agua un tesoro que hay que cuidar para garantizar el desarrollo, sólo así dispondremos siempre de agua limpia para uso poblacional – tanto en las zonas urbanas como rurales – y para la sobreviviencia de todos los organismos.
• La urgente construcción de una planta de tratamiento de aguas servidas para la ciudad de Arequipa, por lo que invocamos a todos los agentes involucrados en el tema a trabajar y dar una solución inmediata a esta obra de gran importancia para nuestra ciudad.
• Convertir la forestación y reforestación es una actividad prioritaria y permanente, ya que es la única forma de preservar el suelo, el agua y el aire, como matrices para el desarrollo de la vida y por su importancia económica, social y ambiental.
• Realizar acciones de forestación y reforestación en la Región Arequipa, para así poder mitigar los efectos del cambio climático
En ese sentido, invocamos a los diferentes medios de comunicación, para que contribuyan con su difusión y motivación permanente a la población, estimulando de esta forma a un cambio de actitud y toma de conciencia de su actuar como agentes promotores de desarrollo en la solución frente a los problemas ambientales que venimos atravesando.
Con el Ruego de Su Difusión
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